miércoles, 20 de febrero de 2013

Preparación del terreno

Creo que un buen terreno ademas de ser un suelo equilibrado debe tener el barbecho  (profundidad de tierra removida) suficiente para que las raíces de los cultivos no tengan dificultad en crecer, lo que se consigue con un profundo alzado  en otoño y dejando que los hielos del invierno desmenucen los gasones , después se completa, cuanto el terreno esté suficientemente oreado, pero no endurecido, en torno a febrero o marzo, con la acción de una mulilla mecánica (moto-azada).
 Los tractores con ruedas de goma son menos recomendables para arar en los huertos, porque sobre todo si son angostos y han de maniobrar en exceso endurecen el suelo, por lo que son preferibles los de ruedas metálicas o "cadenas". Es evidente que si tienes un espacio reducido o se disfruta de buena forma física esto lo puede hacer uno mismo con una azada y así se ahorrará el dinero del gimnasio consiguiendo efectos parecidos.

   Si ya está el suelo preparado con un terreno desmenuzado y mullido hasta una profundidad mínima de 20 a 30 cm es el momento del abonado del mismo. Aunque  se puede hacer con abonos inorgánicos es preferible  el  tradicional  estiércol  o la palomina  que enriquece en gran medida el terreno, "echa basura y no amojones"  lo que viene a indicar la diferencia de frondosidad entre  las plantas de suelos estercolados con las de los que  no lo están.
  Si se sospecha que en el suelo existen gran cantidad de insectos (grillos, agujillas, tijeretas, etc) se pueden utilizar, dos o tres semanas antes de las primeras siembras, insecticidas de suelo, pero antes de la proliferación de los pecticidas de síntesis  química, esa actividad se hacía utilizando cal viva  que se mezclaba  con el terreno,  lo que es preferible de cara a hortalizas   mas saludables. 











No hay comentarios:

Publicar un comentario